IBA

Es un regulador de crecimiento con alta permanencia en tejidos y con poca degradación frente a los procesos de oxidación de la planta, evitando la muerte del tejido y haciendo más eficiente su actividad biológica. Es absorbido por diferentes órganos de la planta, aumentando la eficacia de aprovechamiento al momento de su aplicación.

Dentro de sus principales beneficios se encuentra el promover el desarrollo de raíces en injertos de aproximación e incrementar su tasa de supervivencia.

Puede aplicarse en una amplia gama de cultivos; promueve frutos asexuales y prolonga el tiempo en el que el fruto permanece sujeto a la planta, como en el caso del tomate, pimiento, pepino, higo, fresa, zarzamora, berenjena, entre otros.