Es el más común de todos los reguladores de crecimiento vegetal del tipo auxina; es de amplio espectro y se presenta de manera natural en la mayoría de las plantas.
Se produce en la punta del tallo y viaja a través de las células por difusión, -lo que disminuye el pH-, reduciendo así la pared celular permitiendo la entrada de agua a la célula. Esta es la razón por la que las plantas son capaces de doblarse y crecer hacia la luz permitiéndoles un crecimiento natural de un modo más efectivo. Su presencia promueve la división celular de tejidos meristemáticos (tejidos con capacidad de proliferación y diferenciación de funciones), así como la formación de raíces, aún en aquellos tejidos donde no se forman normalmente.
Es un buen promotor de la formación de frutos partenocárpicos (frutos sin semillas). Interviene en la respiración celular y en la síntesis de proteínas, acelerando de esta manera el crecimiento y desarrollo vegetal.